El “infierno” que vive Leonel Álvarez en el Emelec: no tienen ni pal avión ni pal internet
A la crisis deportiva del club ecuatoriano se suma la financiera, una situación muy delicada.
El 2024 será recordado como uno de los años más oscuros en la historia del Club Sport Emelec. Bajo la dirección técnica de Leonel Álvarez, ha sufrido un desplome deportivo y financiero que lo ha llevado a ocupar el último lugar en la segunda etapa de la LigaPro ecuatoriana. De 14 fechas disputadas, Emelec ha cosechado solo tres victorias, acompañado de ocho derrotas, un rendimiento que ha desatado la furia de la hinchada.
Aunque en la primera etapa de la LigaPro, Emelec logró mantenerse a flote gracias al trabajo del entonces técnico Hernán Torres, la segunda etapa ha sido un desastre absoluto. El equipo llega a la última jornada sin jugarse nada en la tabla de posiciones, cerrando un año sin clasificar a torneos internacionales por segundo año consecutivo.
A pesar de contar con nombres destacados como Miller Bolaños, Bryan Angulo, José Francisco Cevallos y Alexis Zapata, el rendimiento colectivo ha sido insuficiente, lo que refleja la desorganización interna del club. Esta situación ha generado un ambiente de frustración y desánimo entre los jugadores, quienes además enfrentan retrasos salariales desde septiembre, al punto de tener que cubrir gastos médicos de su propio bolsillo.
A los problemas deportivos se suma una crisis financiera que ha alcanzado niveles alarmantes. Emelec se encuentra bajo la lupa de la FIFA y ha sido sancionado con una prohibición para fichar hasta 2027 debido a incumplimientos contractuales. Los juicios pendientes con jugadores y técnicos, incluidos el exentrenador Hernán Torres y futbolistas como Facundo Castelli y Juan Pablo Ruiz, amenazan con agravar aún más la ya crítica situación.
El colapso económico del club quedó nuevamente en evidencia con la revelación de que el plantel tendrá que viajar en bus casi 400 kilómetros, en un trayecto de aproximadamente ocho horas, para enfrentar a Libertad de Loja en la última jornada. Además, las instalaciones del centro de alto rendimiento carecen de Wi-Fi, un símbolo de las carencias básicas que afectan al club.
La gestión administrativa ha sido blanco de críticas constantes, con una hinchada que pide un cambio radical en la dirigencia. La posibilidad de retener a jugadores clave para la próxima temporada parece cada vez más remota, dado que muchos de ellos planean abandonar el club debido al incumplimiento de sus contratos.
Mientras tanto, Emelec cierra un 2024 que será recordado por su caos y frustración, con la incertidumbre de cómo enfrentará una temporada 2025 que ya parece condenada al fracaso si no hay una reestructuración profunda. El “Bombillo” vive una de sus peores crisis, y su resurgir parece un sueño lejano en medio de la tormenta.