¿Podrá Medellín recibir una nueva ola migratoria desde Venezuela?
De esos 240.000 migrantes que hay actualmente en la ciudad cerca del 70% ya tienen regularizada su permanencia en el país a través del permiso temporal de protección que les permite trabajar estudiar y acceder al sistema de salud y seguridad social en cualquier parte del país e incluso abrir una cuenta bancaria.
¿Estamos preparados para recibir una nueva ola migratoria de venezolanos si no se restablece la democracia prontamente en ese país? Es la pregunta que se están haciendo buena parte de los mandatarios y los habitantes del resto de países de América Latina, pero especialmente en Colombia y en Medellín, donde viven actualmente unos 240.000 venezolanos.
Para entender la magnitud de ese número, que ya representa cerca del 10% de la población de la capital antioqueña, se puede decir por ejemplo que en Medellín hay más venezolanos que en Argentina, Uruguay, Bolivia y Paraguay juntos.
De esos 240.000 migrantes que hay actualmente en la ciudad, cerca del 70% ya tienen regularizada su permanencia en el país a través del permiso temporal de protección, que les permite trabajar, estudiar y acceder al sistema de salud y seguridad social en cualquier parte del país e incluso abrir una cuenta bancaria.
Sin embargo, en Medellín, las puertas al sistema educativo en primaria y secundaria han estado abiertas para todos los migrantes así tengan o no un permiso de permanencia en el país, reseñó elcolombiano.com
En la ciudad actualmente hay más de 35.000 niñas, niños y adolescentes inscritos en las instituciones públicas y de ellos hay cerca de 12.000 que no han regularizado su situación. En 2020, la cifra de migrantes en el sistema educativo era de 23.800, lo que significa que en cuatro años la cobertura para esta población ha aumentado un 47%.
Además, la población migrante ha podido acceder a otros programas sociales como Buen Comienzo, donde cerca de 4.000 niñas y niños entre los 0 y 5 años son atendidos en los centros y jardines infantiles, y más de 800 madres gestantes y lactantes se benefician cada año de la modalidad familiar del mismo programa.
En salud, la ciudad también ha hecho un esfuerzo importante, pues aunque en el caso de las personas no regularizadas (que son cerca de 70.000) solo está en la obligación de atenderlas en casos de urgencias médicas, estas también han podido acceder a atenciones de primer nivel de complejidad o a consultas para enfermedades altamente transmisibles y crónicas. Hasta hace un año, de los 240.000 migrantes venezolanos, menos de la mitad, el 48,1% estaba afiliado al sistema de salud.
Esto sumado a una oferta institucional que incluye, entre otras cosas, los centros del valle del software, la oficina pública de empleo y el programa Medellín Solidaria para la superación de la pobreza.
Todos estos servicios públicos hacen parte de la oferta que hay para el resto de habitantes. En cuanto a programas y servicios pensados especialmente para atender a los migrantes, la oferta parece corta ante tan enorme población: hay un centro de atención a los migrantes, Intégrate, que se abrió en el 2022 con financiación internacional de la oficina de las Naciones Unidas para los refugiados, Acnur, la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, y la Oficina de Cooperación Internacional de los Estados Unidos, Usaid. Además, hay una línea especial en el 123 para población migrante donde se hacen más de 30.000 atenciones al año.